martes, 30 de marzo de 2010




Era un bosque raro, nunca veías a nadie ni escuchabas nada.
Un día raro como todos, un niño se adentro en él,
al cavo de unos minutos noto algo muy extraño,
era tan bello que parecía provenir de un cuento de hadas.
Marco Pessagno Szejer.
Me da miedo que por conocer mis defectos dejes de ver mis virtudes y que tus ganas por seguir conociéndome se desvanezcan.
Me da miedo que desvalorices mis buenas acciones, solo por haber cometido unas malas.
Me da miedo que quites una cosa por otra.
Me da miedo que me quites a mi.
Me da miedo no dejar nunca de tener estos miedos.
Me das un poco de miedo, pero por suerte es sólo un poco.

domingo, 28 de marzo de 2010


S O R P R E S A

viernes, 26 de marzo de 2010

Estaban sentados frente a mí.
Uno al lado del otro.
Son hombres, uno supondría que nunca admitirían lo que sienten por el otro, lamentablemente vivimos en una sociedad que nos hace creer que si uno demuestra los puros sentimientos que siente por su amigo lo tomarían por homosexual, siendo así, un ser humano quizá mal visto y por ende discriminado.
Nada de palabras verdaderas, ni de abrazos amistosos, ni de besos en el cachete, todo esto está infinitamente prohibido por la convención social en la que vivimos. (Pero en fin, me estoy yendo de tema.)
El caso es que los veía, en su ya no tan corta edad, y me los imaginaba dentro de unos quizá veinte años, ya estarían rondando los cuarenta, el punto culmine de un hombre, vendría su crisis, pasarían por papeles de "pende viejos", se comprarían alguna campera de cuero en una feria o incluso volverían a usar la de su juventud, si es que ésta les entra.
Sus primeras canas, su barba despareja, sus manos gastadas de trabajador, aquellas ojeras y patas de gallo al costado de los ojos y así sigue la lista.
Me imaginaba como aquellos dos amigos atravesarían todo juntos.
Me los imaginaba diciéndose " voy a ser papá" o "me despidieron del trabajo" o "veníte a mi asado el domingo".
Me imaginaba como aquella relación crecería y como eventualmente ellos mirarían atrás y verían por todo lo que vivieron juntos.
Y mientras me los imaginaba, una tristísima ola llena de negatividad inundó mi cabeza y pensé : "y si no siguen juntos..."

miércoles, 24 de marzo de 2010

Psicoanálisis-

El egoísmo es diferente al amor propio, que es necesario y saludable,
el egoísta no siente amor hacia su persona sino desprecio y quiere todo para él porque se siente miserable y vacío.

El hombre egoísta está solo y aislado, por eso trata de llenar su vida con objetos.
Su personalidad puede ser depresiva con rasgos obsesivos.

martes, 23 de marzo de 2010


"...Mi sangre no es vía de vida,
lo que un día soñé se lo llevo el viento
y lo que quise el recuerdo."