Me veo a mi misma como un juguete de segunda mano, que está para el otro.
Pero después de todo, de segunda mano, porque no hablo, no me muevo y soy igual a muchos otros.
Soy de esos que divierten, pero se rompen fácilmente y luego, simplemente, solo son olvidados.
Y claro, me olvidaba, soy de segunda mano, por mi accesibilidad.
Soy barata y fácil de conseguir.
Me podes encontrar en todos lados.
Siempre a tu disposición, donde gustes. Estoy.
Para divertirte claro, porque soy tu juguete.
Pequeño, con colores y de goma, eso me hace un poco mas fuerte, pero no tanto como creen algunos niños, porque ser flexible no me hace de hierro.
Me gustaría quizá que no me dejen olvidados en el baúl de los juguetes, a ese al cual nadie recurre nunca jamas.
Ser depositada en ese baúl, en plena oscuridad, rodeada de otros inútiles e inservibles juguetes, otros, que tienen la misma historia que yo. No, me reuso a pasar de nuevo, por la misma historia.
Casi que prefiero que juegues conmigo eternamente.