viernes, 30 de octubre de 2009



Así nos encontramos casi todos.
-Cerebros, necesito cerebros, ¿tenes cerebros?

-No, mirá no vendo cerebros.

-Bueno, entonces los busco mañana a primera hora, si, si, a primera hora, compro los cerebros, voy al colegio ¿Que más?¿Que mas?... bueno, y si no están mato a todos.
¿Pero que es matar? no, no, ¿Que es el matambre?... ¿Y el sushi?

(monólogo de una nena de seis años)

martes, 27 de octubre de 2009

Y dando discursos eternamente aburridos, volviendo al tema una y otra e innumerables veces, volviéndose tedioso e incluso algo estúpido, hablando con la pared, intentando que alguien lo mire, habiendo ya perdido la esperanza de que lo escuchen y sobre todo de que lo oigan.
Queriendo y pidiendo (e implorando) cosas imposibles a un grupo de adolecentes, que al fin y al cabo, harán lo que sus impulsos lo lleven a hacer, sin tener tanto en cuenta a la lógica y a la razón.
No es maldad ni ignorancia, simplemente están aprendiendo a vivir.
Y ahí te vi, tan hermosa como siempre, sentada en la (supuesta) esquina del fin del mundo.
No me analices, hay cosas que hago que simplemente no tienen expliación, ni lógica.
Asi que no me analices.

lunes, 26 de octubre de 2009

Solemos regalarlas porque es lo mas cercano a ese concepto que llamamos "p e r f e c c i ó n".
Se vuelven irreales, al punto tal en que creemos que son de plástico, como si estuviesen pre-diseñadas.
De diversas texturas y colores, siempre suaves, tersas, variadas formas y tamaños.
Pero siempre perfectas.
Creo incluso, que la palabra perfección se invento mirándolas, en base a ellas.