Odié ir un domingo, me resulta algo muy personal ir a visitarte,
pasar un rato cerca tuyo, por lo cual,
prefiero ir sola,
disfrutar mi momento "con vos".
A la salida de un domingo, en cambio, hay mas personas,
que creo yo, vienen a hacer lo mismo,
solo que no con vos.
En los pasillos se cruzan entre ellos y yo, esas miradas complices de tristezas pudorosas y lagrimas que se ahogan en los suspiros.
Y no hay nada,
nada que me moleste mas que ello.
Si hay algo que no soporto, es que me rompan el eje,
sintiendo lastima por mi.
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